¿Ansiedad de dulce?

Tener ansiedad de dulce puede ser muy habitual, pero también es muy relativo. Esta sensación o necesidad puede ser puntual, puede durar una temporada o muchos años, puede ser fisiológica o emocional. Cada persona es diferente y única, por lo que no es recomendable generalizar. Aun así, hay pautas que pueden ayudar a gestionar dicha necesidad de dulce y el mensaje que hay detrás.

 Para nutrir la parte física del dulce, prueba a tomar alimentos dulces de calidad y nutritivos, como por ejemplo:

- Fruta dulce de temporada en el desayuno: plátano, mango, melón, etc.

- Manzana asada o ciruelas pasas (Puedes añadirle canela.)

- Postre casero “inmediato”: kéfir + cacao en polvo + panela + semillas de chía. Déjalo reposar 10 minutos y verás qué reconfortante y energético.

- Postre casero: galletas de avena o bizcocho integral de plátano.  

Para indagar en la parte emocional, pregúntate lo siguiente: ¿Para qué tomas dulce? ¿Qué o a quién necesitas realmente? ¿A qué te recuerda cuando estás tomando ese dulce?

Mira a ver si te resuena alguna respuesta:

- Necesidad de cariño, amor, un abrazo, un “todo está bien” que te reconforte;

- Necesidad de espacio, un momento para ti, un respiro;

- Cansancio, agotamiento. Con el dulce lo que hacemos es generar un pico de glucemia para que nos dé esa subida de energía que estamos necesitando. Un ejemplo típico es un café con galletas para abordar la tarde en el trabajo;

- Intento de superar un momento de tristeza con alimentos que nos ayudan a atenuarla o que directamente nos aportan “felicidad”. Un ejemplo lo encontramos en las películas en las que vemos a una persona deprimida comiendo helado en el sofá.

Cuando comprendes tu necesidad de dulce, puedes decidir si comerlo o darte aquello que de verdad necesitas. Aun así, te recomiendo comer dulces saludables, tu páncreas, intestino y cerebro te lo agradecerán y se nutrirán. Escucha a tu cuerpo atentamente, para, respira y pon atención a tus emociones, ellas te mostrarán lo que necesitas saber.

Lucía González.

¡Gracias!